miércoles, 20 de abril de 2011

''Todos somos iguales''

Un suceso algo extraño y paradójico el de ayer tarde en la cofradía de Las Penas de Málaga. Sí, recalco MÁLAGA por si hay algún retrógrado que lea esta entrada y se identifique con un titular publicado en el diario Sur de Málaga (sí, de MÁLAGA) que decía que la cofradía de Las Penas podía considerarse sevillana (conste que no tengo nada en contra de los sevillanos pero coincidiréis conmigo en que es algo un poco fuerte).

El caso es el siguiente: La Iglesia es la encargada de hacernos llegar los mensajes de que todos somos iguales, nadie es más importante que el otro ni viceversa, hay que aprender a ser humilde, hay que tener fe, hay que comprometerse con las entidades eclesiásticas, y un largo etc. de declaraciones que ayer terminaron de tirar y derramar por el suelo los pocos ideales que me quedaban a la hora de respetar los pensamientos y referencias eclesiásticas.

Ayer iba a sacar por primera vez en mis 18 años de vida un trono, algo que desde pequeño me encantaría haber hecho. Al llegar a la cofradía nos asignaron los puestos mientras el Cristo de Las Penas salía triunfante por la puerta de la cofradía; 15 minutos después recibimos el aviso de una pequeña lluvia y éramos receptores de que el Cristo volvía hacia atrás para refugiarse.

Dieron el aviso de esperar una hora antes de tomar una decisión oficial (la cual tenía que ser tomada por 7 personas entre ellas el hermano mayor de la cofradía).
Durante el transcurso de esa hora nos hallábamos vagando por la cofradía con una tarde perfecta para salir y llevar a hombros a nuestra Virgen y a nuestro Cristo hasta la Catedral de Málaga (sí, de MÁLAGA), pero no se daba la orden ni de salir ni de quitarnos la túnica y regresar cada uno por donde mismo había venido.
Perdían el tiempo sin tomar una decisión, algo que me apena la verdad sea dicha.

Hora y media más tarde nos enteramos de que la decisión de salir era la siguiente: 4 de los 7 votantes habían decidido que sí, por lo tanto era mayoría para realizarse la salida de los tronos desde la Plaza Virgen de Las Penas de Málaga (sí, de MÁLAGA); pero AL PARECER el ‘’hermano mayor’’ tenía un doble voto, por lo tanto había un empate en toda regla; la decisión fue de no salir, tomada por dicho hermano, a pesar de que la votación había quedado en tablas.

Conclusión, en la Iglesia TODOS SOMOS IGUALES.
Muchos golpes de pecho y muchas historias sobre el mandato que nos dejó Dios a nosotros cuando el partió a los Cielos y nos dejó como legado cuidar de lo que su Padre nos había regalado con su ayuda; pero que queréis que os diga; si ni siquiera sus ‘’representantes’’ en cada barrio, parroquia, coordinadora, cofradía, ciudad, (llamadlo como queráis) son capaces de ponerse en la piel de los demás y decir para sus adentros ‘’Todos somos iguales’’; ¿cómo van a exigirnos después fe, compromiso y todas esas cosas que después critican que no hacemos?

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