martes, 4 de octubre de 2011

El último regalo que pude hacerle a mi Tata :)

Llegué muy tarde, no pasa nada,
pude contarle los problemas a la almohada.
Tu recuerdo no se fue aunque me dejaste,
derramé mil y una lágrimas la noche que marchaste.

Espero que no olvides aquellas tardes,
de pasear juntos tu y yo por ese estanque,
de mil caprichos que tu me consetías;
el día que partiste es cuando más falta me hacías.

No pasa un solo día sin que no te extrañe,
sin que recuerde los detalles que me dabas;
puedo recordarte todavía allí sentada
cada jueves por la tarde cuando yo te visitaba.

Estuve muy distante durante mucho tiempo
y eso no debió pasar, créeme que me arrepiento, pero...
solo me quedo con los buenos momentos
y te pido mil perdones por haber ido creciendo.

Por haberme despegado de tu lado
cuando solo éramos uno cuando estabas a mi lado
y ahora es cuando más añoro tu cálida presencia
aunque se que estas conmigo a pésar de tu ausencia.

Y es que nunca he dejado de sentirte tras tu marcha
se que vives a mi lado y me proteges con tu alma.
Ya me has ayudado mucho a pesar de mis errores
se que seguirás haciéndolo hasta que el tiempo mejore.

El sol quedó tapado casi nada se veía
parecía que sabía que ya nunca volverías,
me despertó y me dijo vete preparando
fuiste tu mi mayor pérdida y me estabas avisando.

Nos despedimos una tarde muy oscura
donde no pude llorar porque todo era mentira
aquello no estaba pasando, ¿qué se yo?
¿verdaderamente soy tan malo para esto Dios?

¿Me merezco este dolor, este disparo?
Directo al corazón que me dejó paralizado...
volviendo a casa con la mente un poco fría
sabía que aquel día ya jamás lo olvidaría...

Desde aquel momento tengo un hueco dentro de mi alma
donde no puede entrar nadie porque duele tu partida.
Sonrío al recordarte porque se que tu lo harías
este regalo es para tí por todo lo que me querías.