viernes, 27 de mayo de 2011

Ángeles Guardianes

Porque todos alguna vez nos hemos levantado con la izquierda, vemos el despertador sabiendo que es tarde y solo por hacerle el click de su parada es el que absorbe nuestras primeras energías de ese 'nuevo día' aunque sabemos que es igual que todos los demás. Cada caso que conocemos y cada paso pesa como una calle abarrotada, y en cada calle vemos siempre las mismas cara de las mismas personas, algunas nos saludan, otras pasan de largo; en este mundo donde todo cuesta algo por mínimo que sea, nada cuesta cero, donde no tenemos libertad de expresión porque si no, podemos acabar tras unas rejas de las cuales después es muy difícil escapar.

Pero tenemos Ángeles Guardianes, hay una música de fondo que se funde con nosotros, esa múscia que se esconde en lo más profundo y una mano se nos tiende, es como si detrás de ese auricular hubiera alguien diciéndonos que nos tranquilicemos, o simplemente dándonos ánimos.

En mi caso esa voz desemboca en escribir por los codos todo lo que siento, cuando voy a tientas sin saber qué decir exactamente, sin que mi corazón presienta lo que tiene que venir.

Están al otro lado, más cansados; pero vivos,
escucha lo que dicen, lo mejor a de venir aún.
Ellos te harán de guía, en esta noche fría,
donde sus energías elevarían nuestro tranvía de problemas
y lo enviarían a arder, quemarse en el infierno,
son los ángeles, no lo permitirían,
por cada mediodía que nos sentimos vacíos
escribirían melodías, morirían en el arcén si todavía...

No los vemos, pero siempre están cerca en cada paso que damos, en cada tropezón que nos topamos, ya sea físico o del corazón, están al borde de nuestro fracaso para arroparnos y ayudarnos, cada vez que la palabra y la mentalidad no sirven de nada, en ese callejón de lo terrible e invisible.

Son los que nos alejan de lo ruín, antibalas para malas lenguas, ellos son el jardín que nos hacen descansar del adoquín que nos retiene, nos dan tranquilidad, apoyos de paz hasta que todo se serene, hasta que todo se arregle. Están hartos del engaño, para ellos no caben más daños, abren todas las puertas posibles para conocer a los extraños que tal vez nosotros evitamos por miedo o incredulidad.

Ellos nos alejan de malas influencias, de caídas al vacío, de líos y el agobio que produce escalofríos, de semanas que parece que se alargan, de amores que con el tiempo se amargan. Nos dicen que pocos valen lo que valemos nosotros, yo por ejemplo los tengo con solo pulsar el Play de mi iPod, tú solo mira hacia las nubes y se que los encontrarás.

Porque están al otro lado, más cansados; pero vivos,
escucha lo que dicen, lo mejor a de venir aún.
Ellos te harán de guía, en esta noche fría,
donde sus energías elevarían nuestro tranvía de problemas
y lo enviarían a arder, quemarse en el infierno,
son los ángeles, no lo permitirían,
por cada mediodía que nos sentimos vacíos
escribirían melodías, morirían en el arcén si todavía...

En mi caso avanzo solo, los siento en mis oídos y en mi pecho, los siento cuando veo que hay bestias al acecho. Satisfechos de acercarse a mí, ellos sienten como yo; mis derechos se transformaron en párrafos con su ayuda, ¿y quién los destruyó?
Saltan hacia mi azotea, surcan mi reproductor, marcan paz en mis peleas y buscan momentos mejores que entregarme, para darme luz de otros colores, traen días para regalarme cuando mi corazón se parte.
Los busco por las calles y en sonrisas, por las aceras que mis pies pisan sin fijarme, los busco por rincones, pueden estar en cualquier parte; los busco en mi corazón siempre que me falte algo que no sepa lo que es y sienta mi mundo vacío, y quiera alejarme de lo ágrio, ellos son mi desvío, una puerta abierta, un lugar seguro para inciertas, un escalofrío que despierta.


Están al otro lado, más cansados; pero vivos,
escucha lo que dicen, lo mejor a de venir aún.
Ellos te harán de guía, en esta noche fría,
donde sus energías elevarían nuestro tranvía de problemas
y lo enviarían a arder, quemarse en el infierno,
son los ángeles, no lo permitirían,
por cada mediodía que nos sentimos vacíos
escribirían melodías, morirían en el arcén si todavía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario