lunes, 5 de diciembre de 2011

Su mirada

Nacer, crecer, vivir, sufrir, reir, llorar, (...) morir.

Todos acabamos de la misma manera; no importa el color de pil que tengamos, la cultura a la que pertenezcamos, la religión a la que reespaldamos... son tópicos.

En este caso, la persona de la cual estoy hablando ahora mismo sufrió, en la mayor parte de su vida conoció el sufrimiento de las maneras más espantosas que podría experimentar una persona; desgraciadamente.

Pero podría decirse que más que marcharse, me la arrebataron; o mejor dicho, nos la arrebataron.
Es increíble que tras meses y meses de enfermedad estomacal, dolores de barriga, vómitos, diarreas, etc; fuera internada en un hospital durante casi un mes, se le realizaran veintenas de pruebas relacionadas con su enfermedad y no hayan podido conocer la solución de dicho mal.
La excelentísima Seguridad Social, es lo que tiene... sanidad decente para todo español que no pueda/quiera permitirse una sanidad privada; me da vergüenza.

Al fin y al cabo, se ha ido, que es lo que cuenta; porque ya no sirve decir de quién o qué es la puta culpa; no es un consuelo.

Al fin y al cabo me quedan los recuerdos, los buenos momentos que pasé junto a ella, las risas y los llantos en conjunto que nos unían como familia.

Al fin y al cabo nos quedan algunas de sus cosas: sus gafitas perfectamente guardadas, su pulserita roja de bolitas que le hice hace un montón de tiempo, su pequeño reloj de muñeca, alguna que otra fotografía decente de cuando estaba radiante, feliz, disfrutando de la vida en definitiva.

Al fin y al cabo siempre estará viva en mi corazón, y creo (es mi mayor consuelo) que eso no me lo podrá quitar nadie jamás.

Al fin y al cabo recuerdo su mirada, esos ojos profundos azules y grisáceos que pasaron por más de una operación de cataratas.

My grandma's eye

¡GUAPA! ¡TE QUEREMOS!

(...) Próximamente, canción dedicada a mi abuela (...)

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